Aguas salobres, ¿un recurso para la industria?

Aguas salobres

Las aguas salobres presentan una concentración de sal intermedia entre el agua dulce y el agua de mar. 

Su composición química determina su calidad para diversos fines, desde el consumo humano, hasta aplicaciones en acuicultura, agricultura, generación de energía y procesos industriales.

Aunque estos usos son muy interesantes, las aguas salobres también juegan un importante papel ecológico, y requieren una gestión sostenible que garantice su disponibilidad a largo plazo.

¿Qué es el agua salobre? Significado y definición

El adjetivo «salobre» define agua con una cantidad significativa de sales disueltas en ella, lo que afecta directamente a:

  • Sus propiedades físicas.
  • Su capacidad para sustentar diferentes formas de vida acuática.
  • Su consumo por parte de los humanos. 

Desde un punto de vista geológico, las aguas salobres son zonas de transición entre aguas dulces y aguas saladas del mar. 

Técnicamente, se considera agua salobre aquella que posee entre 0,5 y 30 gramos de sal por litro (entre 0,5 y 30 partes por mil /ppt), aunque su salinidad puede variar según su  proximidad con océanos, mares o lagos salados, la presencia de minerales en el suelo o las condiciones climáticas de la zona.

 

Características de las aguas salobres: ¿en qué se diferencian de las aguas dulces?

Las aguas salobres se localizan, tanto en la superficie terrestre, como en acuíferos subterráneos, y siempre tienen un ingreso de agua dulce o agua salada (es decir, que no son aguas estancadas). 

Algunos ejemplos son albuferas (lagunas costeras formadas con el agua de mar, pero parcialmente separadas de este), estuarios (cuando el agua dulce y el agua salada se mezclan), manantiales salinos y cuencas endorreicas (depresión geográfica donde se acumula agua).

Además de su salinidad, las aguas salobres se caracterizan por su temperatura y su turbidez. 

La temperatura de las aguas salobres suele ser más elevada que la del agua dulce, lo que afecta a su capacidad para retener oxígeno y, con ello, a algunos procesos biológicos, como la distribución de especies.

Las aguas salobres también suelen ser turbias si las comparamos con las de ríos o lagos dulces.

Esto se debe a la alta presencia de partículas en suspensión, sedimentos y materia orgánica, que afecta directamente a procesos como la fotosíntesis o la producción de oxígeno de las plantas acuáticas.

Además, las aguas salobres suelen tener una mayor concentración de sodio, potasio, calcio, magnesio, cloruro, sulfato, bicarbonato, carbonato y nitrato que las aguas dulces.

¿Es seguro beber agua salobre? ¿Se puede utilizar para el riego? 

El agua salobre tiene un pH similar al del agua marina, y su potabilidad depende de su composición. 

Básicamente, esto quiere decir que, cuando su salinidad es elevada o contiene muchos minerales, se considera inapropiada para el consumo humano.

Para potabilizar el agua salobre es necesario desalinizarla industrialmente a través de un proceso de ósmosis inversa (haciendo pasar la masa de agua por filtros y membranas semipermeables para eliminar la sal) o de electrodiálisis (puesto que el agua con mayor concentración salina tiene mayor conductividad. Una buena opción es usar energía eléctrica para separar las sales del agua). 

Sobre la posibilidad de usar aguas salobres en agricultura, ocurre algo parecido: su cantidad de sal concentrada determinará su idoneidad para el riego de cultivos.  

Usos industriales del agua salobre 

Aunque no se recomienda para regar directamente verduras o la mayoría de las frutas, el agua salobre sirve para irrigar cultivos tolerantes a la salinidad, como el algodón o algunas variedades de arroz. 

En acuicultura, permite la crianza controlada de especies de peces y mariscos que toleran las aguas saladas como el camarón, el esturión, la trucha de mar o algunas variedades de salmón.

Otros usos de las aguas salobres son:  

Plantas termosolares 

Las plantas termosolares son instalaciones industriales en la que se utiliza la radiación del sol para calentar un fluido que, por medio de un ciclo termodinámico, aprovecha su potencia para mover un alternador y generar energía eléctrica.

En estas plantas, el agua salobre, al calentarse, produce grandes cantidades de vapor que impulsan las turbinas para producir electricidad

El agua salobre también se utiliza para la refrigeración de equipos o la limpieza de paneles solares. 

Industria Química

Gracias a su salinidad, el agua salobre se emplea como disolvente y como materia prima en la fabricación de algunos productos químicos.

Tratamiento de aguas residuales

En su hábitat natural, las aguas salobres actúan como un filtro que atrapa los sedimentos y nutrientes que llegan desde los ríos. 

Este proceso ayuda a mantener la calidad del agua en los océanos, evitando la proliferación de algas nocivas.

En algunas plantas de tratamiento, el agua salobre se utiliza para el tratamiento de aguas residuales, reduciendo considerablemente la demanda de agua potable y dulce para esta finalidad. 

Sin embargo, a medida que aumenta la salinidad, la tasa de degradación de la materia orgánica con estas aguas disminuye, lo que exige tomar medidas especiales, como añadir un tanque regulador de salinidad, aumentar el tiempo de retención del clarificador o incrementar el volumen de aireación.

¿Por qué utilizar agua salobre en algunos procesos industriales? Beneficios y retos medioambientales 

El agua salobre es más abundante que el agua dulce, cada vez más limitada y escasa. 

Por eso, usar aguas salinas puede ser una alternativa sostenible en ciertos sectores y actividades, contribuyendo a reducir la presión sobre los recursos hídricos.

Tratar aguas residuales con aguas salobres también minimiza la contaminación y promueve la salud y seguridad de las personas, ya que la descarga de contaminantes en zonas de aguas dulces es mucho más baja. 

Además, las aguas salobres permiten expandir actividades económicas e industriales a regiones alejadas y remotas, lo que supone una ventaja para muchas comunidades. 

¿Hablamos, por tanto, de un recurso con potencial para la industria?

Las aplicaciones industriales de las aguas salobres son incuestionables: algunas fuentes apuntan a que, para desalinizar y potabilizar aguas salobres mediante ósmosis inversa, se emplea la mitad de la energía que para desalinizar agua del mar, mientras que su uso en agricultura en las últimas décadas ha impulsado la creación de empleos y la producción de cultivos en zonas más áridas.

Sin embargo, las aguas salobres tienen un enorme valor ecológico, y se enfrentan a desafíos que amenazan su salud como la contaminación, el vertido incontrolado de residuos industriales, agrícolas y urbanos, el cambio climático o el desarrollo costero, que pone en riesgo sus ecosistemas y a las especies que viven en ellos.

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