En todos los procesos productivos se generan residuos que deben de ser gestionados adecuadamente para intentar minimizar y corregir sus efectos en el medio ambiente. Por tanto, aunque es inevitable su generación, sí tenemos responsabilidades acerca de su gestión posterior, la cual puede suponer darle una segunda vida al residuo, alargando su vida útil, y ayudando a la protección de los ecosistemas y a la reducción de la huella de carbono.
En SITRA, conscientes de la importancia que su tratamiento adecuado tiene en el medio ambiente, contamos con un área de Gestión de Residuos encargada de dar la salida más adecuada y sostenible a los residuos, teniendo siempre el foco puesto en minimizar el impacto de éstos en el entorno.
Una de las medidas adoptadas para ello es el compromiso de que los destinos de los residuos estén ubicados lo más cerca posible de su punto de generación, minimizando el consumo de combustible durante el traslado de estos.
Cambiar la capacidad de almacenamiento de los residuos generados implica reducir a la mitad el nº de viajes anuales
Otra de las soluciones adoptadas ha sido el aumento de la capacidad de almacenaje de los residuos. Al cambiar a sistemas de almacenamiento de mayor volumen, esto se traduce en una reducción significativa en los traslados.
Como ejemplo, en una entidad que genera 2.000 toneladas anuales de residuo, cambiando de un sistema de almacenamiento de 10 toneladas a uno de 24 toneladas, SITRA ha conseguido reducir a más de la mitad el número de los traslados por carretera, y con ello, la disminución de la generación de CO2 en más de un 55% contribuyendo así a menguar la huella de carbono del centro productivo. Esta solución ayuda a las empresas en su objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, recogida en la Ley 7/2021 de cambio climático y transición energética en la que también se establece la obligación de calcular su huella de carbono.
Esta búsqueda constante por construir un mundo más sostenible también se ve reflejada en el destino de los residuos, que, en su gran mayoría, son destinados a centros de valorización, como son las plantas de generación de biogás y/o plantas de compostaje, permitiendo extender su vida útil.
Un simple cambio para cuidar el medio ambiente
Esta optimización en los traslados, la búsqueda de aportar valor a los residuos, o el hecho de encontrar la ubicación más cercana se traduce no solo en una disminución de la huella de carbono, sino también en un mayor respeto y cuidado por el medio ambiente. En definitiva, se trata de acercarnos cada vez más a la ansiada economía circular con el añadido de que el cliente consiga un ahorro de costes en su instalación.